Pornhub
Pornhub — el nombre lo dice todo. Fundado en 2007 por Matt Keezer y más tarde vendido a Fabian Thylmann para unirse al imperio MindGeek junto a YouPorn, RedTube y Brazzers, se ha convertido en algo mucho más que un sitio web: es un fenómeno global, un espejo del deseo humano en la era digital. Con más de once millones de vídeos, ha transformado el consumo en cultura. Cada etiqueta, cada categoría, cada sugerencia es una ecuación precisa de placer. Pornhub no solo distribuye contenido, crea un lenguaje. Su interfaz es simple, su experiencia, perfecta. Los comentarios, los “likes” y las recomendaciones lo convierten en una red social disfrazada de videoteca. Y mientras el mundo bromea con su nombre, Pornhub se ha convertido en símbolo: del marketing ingenioso, de la transparencia tecnológica, de cómo el tabú se normaliza hasta volverse banal. No es un lugar donde solo se mira; es un sistema que observa cómo miramos. Pornhub no vende sexo: vende la ilusión de comprensión.



